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martes, 18 de septiembre de 2012

Las protestas del 132 y la desaparición de el5anto , ¿realidad, coincidencia o estrategia desestabilizadora?




“El orgullo engendra al tirano. El orgullo, cuando inútilmente ha llegado a acumular imprudencias y excesos, remontándose sobre el más alto pináculo, se precipita en un abismo de males, del que no hay posibilidad de salir." Sócrates


Uno de los agravios que mas lastiman a la sociedad y que mas efecto tienen contra los gobiernos es la represión ilegitima, ilícita y desproporcionada así como también los actos de censura y las desapariciones forzadas.

En este contexto resulta sumamente efectivo propiciar situaciones como las descritas, sean reales o ficticias para ganar el afecto, reconocimiento y apoyo popular, el mostrarse como victima no solo mueve a la conmiseración, la lastima y la indignación, sino también a sumar adeptos a una causa.

Las diversas manifestaciones que han realizado integrantes (al menos así se identifican ellos) del #yosoy132 como la ocurrida en el Zócalo la noche del grito y de la cual fui testigo, lo vi, estuve ahí baje a la plancha, de unas 100 personas, por momentos crispo el ambiente, pues para muchos de los asistentes resulto molesta, en otros causo temor, incluso se alejaban de ellos, recibieron chiflidos y gritos con improperios de gran cantidad de los asistentes.

Pese a que se dijo la estrategia era imbuir en la gente el deseo de manifestase en contra del actual gobierno y de el presidente electo, es también muy posible que obedezca a una estrategia para provocar en eventos masivos agresiones, enfrentamientos, riñas, que en una fiesta tan concurrida como la del grito de independencia obligaría a las fuerzas del orden a intervenir, con un saldo de muchos heridos y muy posiblemente con muertos.


Hecho que sin duda alguna causaría indignación, rechazo, manifestaciones generando descontrol social obligando al estado a reprimir mediante el uso de la fuerza estos estallidos.


A esto se suma una  “desaparición forzosa mas que forzada” de un individuo enmascarado conocido como el5anto que goza de cierta notoriedad en las redes sociales por su desmesurado, llamémosle discurso, agresivo, violento, lleno de improperios e insultos hacia el Presidente Calderón su gobierno, otros miembros de los poderes constituidos, contra el PRI y el Presidente electo Enrique Peña Nieto.


Siempre enfundado en una mascara similar a la del famoso luchador El Santo, transmitía vía internet diariamente un monologo comentando notas periodísticas de medios tradicionales muy a su estilo rijoso, vulgar y grotesco, “aderezado” por comentarios de su audiencia en muchos casos anónima que le hacia llegar mensajes que incluso incitaban a la rebelión, la violencia y el llamado a tomar las armas, en no pocas ocasiones hizo saber que el utilizar la mascara era una medida de protección pues su labor “periodística” ( en su concepto el leer notas periodísticas de medios tradicionales es hacer periodismo) y su critica le obligaban a mantener el anonimato por razones de seguridad personal.


En realidad mas allá de los insultos y obscenidades que  profería contra la clase política, por cierto únicamente los opuestos a Andrés Manuel López Obrador y sus cercanos, su critica alejada del real concepto y significado de esta asi como la información retomada de periódicos, revistas y programas de radio y televisión, pues nunca presentó o aportó información nueva, veraz o producto de su investigación periodística, en mi opinión no representa molestia, daño, afectación alguna a quienes atacó en sus espacios en redes sociales, blog, canales como you tube y su propio espacio  pues no había información novedosa que pudiese se objeto de una venganza. En cambio la desaparición  seria motivo de enojo de algún sector de la sociedad y la posibilidad de acusar censura y represión oficial, hecho muy conveniente en la actual situación que se suma al descontrol social y desde luego a la victimización y notoriedad del individuo en cuestión.


Si en los próximos días se producen mas casos de desapariciones misteriosas y “represión” a manifestantes se confirmara la idea de un plan trazado para provocar la desestabilización social.
 

Adolfo Merelles R.
Septiembre 2012

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