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sábado, 19 de enero de 2013

Los errores del Presidente



En los últimos días sobre todo en las redes sociales se ha usado como forma para atacar, algunos aparentes errores del presidente de la Republica Enrique Peña Nieto, uno de estos fue cuando en un discurso el titular del ejecutivo federal al referirse al IFAI , (Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos), repitió después de una pausa en su discurso…de información y de acceso a la opinión pública (sic) “tiene que ver con la ampliación de facultades del instituto de información y de acceso… de información y de acceso a la opinión pública… de toda la información disponible… para la ciudadanía… del Gobierno, el IFAI”, esto le valió burlas, descalificaciones denuestos en medios como Twitter y Facebook , donde curiosamente día a día y mensaje a mensaje podemos ver como se destruye el idioma así como los limitados conocimientos sobre el correcto uso de este en un gran número de usuarios.

Posteriormente en otro acto al rememorar la creación del Estado de Hidalgo el presidente confundió la fecha de 1869 por la de 1969, utilizando además, de manera adecuada el vocablo erección para referirse a la fundación o institución de esta entidad federativa por el presidente Benito Juárez García, una vez más la burla, mofa, gracejadas, insultos y descalificaciones fueron la constante en los medios tradicionales y los modernos medios de comunicación masiva.

Desde ignorante, incapaz, inepto, hasta descabelladas teorías de sesudos opinantes que afirman de acuerdo a su docta opinión que el primer mandatario “padece” ignorancia o un trastorno mental; fueron los calificativos y denuestos, que no críticas, de los analistas sobre todo en redes sociales, aclaro que en su mayoría no pueden considerarse criticas pues esta implica razonamiento, la crítica, es la acción de analizar o examinar  un problema, una persona un hecho público, mediante la cual se expresa una opinión fundada, razonada y formal, que proviene un proceso verdaderamente racional, metódico, no emotivo que surge simplemente de la percepción, de la afinidad política, de la empatía o antipatía que se tenga por un personaje, pues estos son ingredientes viscerales que restan todo valor a la opinión alejándola de la crítica real y valiosa.

Algunos cuestionan la destreza para improvisar, la capacidad discursiva, es decir la habilidad de un individuo para elegir el discurso más oportuno a la circunstancia y la coyuntura comunicativa en ese contexto, de tal suerte que parece importar más la forma el contenido, se califica la  forma y manera de expresión y no el análisis del contenido, propuesta o contenido informativo del  discurso.

Esto tiene, en mi opinión, relación directa con una carencia importante en la formación escolar, esto es la falta de pensamiento crítico, en la educación media superior y en licenciatura se enseña la lógica de forma tradicional, es decir , la lógica formal acompañada de tablas de verdad, de reglas de inferencia y de ejercicios abstractos de derivaciones, como método para analizar y resolver un problema; por el contrario el pensamiento crítico no tiene como característica fundamental el sentido destructivo o demoledor, sino más bien se caracteriza como una forma de  pensamiento que es reflexivo, que fundamenta debidamente las afirmaciones, que permite explicar ideas complejas, valorar las evidencias de un argumento distinguiendo entre lo razonable y lo no razonable, citando al Dr. Alejandro Herrera Ibáñez(Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM)…”El pensamiento crítico se propone examinar la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica, así como entender y evaluar los argumentos en sus hábitats naturales, por ejemplo, el jurídico, el estético y el ético”... en este orden de ideas es explicable por que la “critica” en los medios tradicionales y los  nuevos medios se orienta más por el sentir que por la razón, dotándolas de poco valor intelectual y utilidad social.

Curiosamente existen infinidad de ejemplos de destacados actores de la política, grandes pensadores, científicos, intelectuales cuya capacidad e incluso en algunos casos genialidad no está en duda y cuya habilidad para comunicarse en el discurso oral haría parecer lo contrario, Al Gore por ejemplo y por insólito que puede padecer ha tenido que superar grandes dificultades para hablar en público, situación que parece increíble, una mentira incluso, uno de sus asesores se ha referido al tema diciendo…“Antes de cualquier evento en público, Gore necesita un respiro”, Albert Einstein desde muy pequeño tenía dificultades para expresarse oralmente, su habla era lenta y a muy bajo volumen, le costaba articular frases completas, de hecho comenzó a hablar hasta los 3 años, situación que algunos calificaron como un retardo, quien pone hoy en día en dudad la enrome capacidad de quien ha sido considerado uno de los más grandes científicos del siglo 20.

          El escritor argentino Jorge Luis Borges, tenía serios problemas con cualquier tipo de interacción social, a hablar en público, con frecuencia olvidaba datos, confundía palabras, tenía serios  temores a mantener entrevistas, asistir a coloquios, a entrega de premios, participar en eventos sociales; otro ejemplo es Winston Churchill quién podría pensar que ese gran líder mundial que participo en multitud de conferencias, negociaciones con otros líderes mundiales, tuvo en sus inicios e la política importantes dificultades para hablar en público, se conoce la anécdota que al comienzo de su actividad política durante un discurso se quedó en blanco y olvidó lo que previamente había memorizado. Su reacción fue mantenerse en silencio observando al público, mientras su semblante se iba enrojeciendo de bochorno. Luego, totalmente abatido, se sentó. 

Tuvo que recurrir de aquí en adelante a varios trucos que le permitieran vencer su “pánico  escénico” en similares ocasiones, pese a lo anterior su probada capacidad está lejos de toda duda o cuestionamiento.

Desde luego que no se trata de hacer una defensa ni comparación entre los personajes citados y el Presidente Peña Nieto eso no solo sería poco serio, alejado del pensamiento crítico al que aludo, pero sirve como razón para evidenciar la falta de crítica verdadera, de obvia demostración que los comentarios son denuesto, burla, ataque no preocupación verdadera, no análisis mesurado y razonado, es más bien la expresión idiosincrática tan peculiar en nuestro pueblo, atacar mediante la burla, el insulto valiéndose de las características físicas, de personalidad, raciales, sexuales  etc., prueba de lo anterior es que irónicamente muchos de los “críticos” dejan clara muestra en su discurso, en su expresión verbal y escrita sus enormes carencias y desconocimiento de los temas de fondo que critican, esto se observa de manera mucho más marcada en las redes sociales, pero también hay dignos exponentes de esta mediocre y falaz conducta disfrazada de crítica en los medios formales, que insisto a  mi juicio es muestra de uno de los motivos del atraso nacional, del que nos será difícil trascender sin el cambio de estructuras mentales y de hábitos sociales que constituyen el verdadero lastre, no es la persona, ni la corriente política la que hará la verdadera diferencia, es la sociedad, el sistema, que pese a lo que igualmente fundados en la ignorancia muchos acusan, no es solo el gobierno y los otros órganos del estado, el sistema es un todo, conformado mayoritariamente por la sociedad civil.

Ojalá en el futuro  reciente observemos en los tradicionales y en los nuevos medios de comunicación masiva verdadera critica, que analice el contenido, no la forma, que proponga con base en razones, hechos probados, con pensamiento crítico y método, que cambie el acoso, el maltrato, el hoy día tan de moda bullying, que está presente en todos los ámbitos y que según los estudiosos tiene su origen en la frustración, la mediocridad, diversas carencias emotivas y formativas que producen esta forma de violencia, sin duda eso traerá grandes beneficios y avances a nuestro país.

Adolfo Merelles. enero 2013